Ciertamente no existe ningún santo que sea tan popular como él tanto entre católicos como entre los protestantes y aun entre los no cristianos. San Francisco de Asís cautivó la imaginación de sus contemporáneos presentándoles la pobreza, la castidad y la obediencia con la pureza y fuerza de un testimonio radical.
Llegó a ser conocido como el Pobre de Asís por su matrimonio con la Pobreza, su amor por los pajarillos y toda la naturaleza. Todo ello refleja un alma en la que Dios lo era todo sin división, un alma que se nutría de las verdades de la fe católica y que se había entregado enteramente, no sólo a Cristo, sino a Cristo crucificado
Francisco de Asís, místico italiano y predicador, y fundador de los franciscanos, nació en Asís en el año 1182, en el seno de una acaudalada familia. Sus padres fueron Pietro Bernardone, un comerciante de telas y Madonna Pica, una mujer muy creyente. La gente lo llamaba "Francesco" (el francés), por más que en el bautismo recibió el nombre de Juan. Durante su juventud llevó una vida bastante mundana y no tuvo una gran formación intelectual. Era muy dado a las románticas tradiciones caballerescas que propagaban los trovadores. Disponía de dinero en abundancia y lo gastaba con ostentación. Le interesaba divertirse en cosas vanas y acostumbraba a ser muy generoso con los pobres que le pedían por amor de Dios.
En 1202, tras una batalla entre Asís y Perugia, Francisco cae prisionero durante un año, luego de participar en la batalla de Collestrada. En 1203 es liberado de su cautiverio y regresa a Asís. Sin embargo, en 1204 sufre una larga enfermedad. En 1205 parte para la Pulla, enrolado en el ejército. En Espoleto sueña que dará otro rumbo a su vida, y comienza la fase inicial de su conversión. Esa noche vio en sueños un espléndido palacio con salas colmadas de armas, sobre las cuales se hallaba grabado el signo de la cruz y le pareció oír una voz que le decía que esas armas le pertenecían a él y a sus soldados.
Empieza a ejercer la caridad entre los leprosos y a trabajar en la restauración de ruinas de iglesias, en respuesta a una visión en la que el crucifijo de la iglesia en ruinas de San Damián, en Asís, le ordenó que reparara su casa. El santo, viendo que la iglesia se hallaba en muy mal estado, creyó que el Señor quería que la reparase; así pues, partió inmediatamente, tomó una buena cantidad de vestidos de la tienda de su padre y los vendió junto con su caballo. Su cambio de carácter y sus gastos en obras de caridad, enojaron muchísimo a su padre, quien lo desheredó en forma legal. En 1206, ante el Tribunal del Obispo de Asís, renunció a los bienes paternos y a la familia.
Para reparar la iglesia, fue a pedir limosna en Asís, donde todos le habían conocido rico y, naturalmente, tuvo que soportar las burlas y el desprecio. El mismo se encargó de transportar las piedras que hacían falta para reparar la iglesia y ayudó en el trabajo a los albañiles. Una vez terminadas las reparaciones en la iglesia de San Damián, Francisco emprendió un trabajo semejante en la antigua iglesia de San Pedro.
Después, se trasladó a una capillita llamada Porciúncula, que pertenecía a la abadía benedictina de Monte Subasio. Probablemente el nombre de la capillita era porque estaba construida en una reducida parcela de tierra.
En 1208, durante una misa en la Porciúncula, escucha el evangelio del envío de los discípulos en misión, ahí descubre su vocación. Escucha un llamado diciéndole que saliera al mundo, siguiendo el texto de Mateo 10, 5-14: "no poseyera nada pero hiciera el bien en todas partes". Cuando se topaba con alguien en el camino, lo saludaba con estas palabras: "La paz del Señor sea contigo."
Poco después empiezan a unírsele sus antiguos amigos y compañeros. Reunió a 12 discípulos que se convertirían en los hermanos originales de su orden, más tarde llamada la Primera Orden, con Francisco como Superior. Empezó a predicar la penitencia, provocando la renovación de la espiritualidad cristiana del siglo XIII. En 1209, Francisco redactó una Regla breve e informal que consistía principalmente en los consejos evangélicos para alcanzar la perfección.
Con ella se fueron a Roma a presentarla para aprobación del Sumo Pontífice. Viajaron a pie, cantando y rezando, llenos de felicidad, y viviendo de las limosnas que la gente les daba. En Roma no querían aprobar esta comunidad porque les parecía demasiado rígida en cuanto a pobreza, pero al fin un cardenal dijo: "No les podemos prohibir que vivan como lo mandó Cristo en el evangelio". Recibieron la aprobación del Papa Inocencio III, y se volvieron a Asís a vivir en pobreza, en oración, en santa alegría y gran fraternidad, junto a la iglesia de la Porciúncula. Para el 2009 esa Regla cumplirá 800 años de existencia, año de festejo y alegría para todos los franciscanos.
En 1212 recibe a una joven llamada Clara, en la comunidad franciscana. A través de ella se establece la orden de las damas pobres, las Clarisas, más tarde la Segunda Orden Franciscana.
Viajó a Tierra Santa, donde permaneció hasta el 1220. Quería ser martirizado, sin embargo, a su regreso encontró oposición entre los frailes y renunció como superior, dedicando los años siguientes a planear lo que sería la Tercera Orden Franciscana, los Terciarios.
San Francisco dio a su orden el nombre de "Frailes Menores" por humildad, pues quería que sus hermanos fuesen los siervos de todos y buscasen siempre los sitios más humildes. Con frecuencia exhortaba a sus compañeros al trabajo manual y, si bien les permitía pedir limosna, les tenía prohibido que aceptasen dinero. Pedir limosna no constituía para él una vergüenza, ya que era una manera de imitar la pobreza de Cristo. El santo no permitía que sus hermanos predicasen en una diócesis sin permiso expreso del obispo. Entre otras cosas, dispuso que "si alguno de los frailes se apartaba de la fe católica en obras o palabras y no se corregía, debería ser expulsado de la hermandad". Todas las ciudades querían tener el privilegio de albergar a los nuevos frailes, y las comunidades se multiplicaron en Umbría, Toscana, Lombardia y Ancona.
Se cuenta que en 1216, Francisco solicitó del Papa Honorio III la indulgencia de la Porciúncula o "perdón de Asís", a todos los que el 2 de agosto visitaran la capillita, participaran de la Misa, rezaran el Credo y se confesaran recibirían el perdón de sus faltas.
San Francisco pasó la Navidad de 1223 en Grechio, en el valle de Rieti. Quiso representar el nacimiento de Jesús en Belén, para presenciar, por decirlo así, con los ojos del cuerpo la humildad de la Encarnación y verlo recostado en el pesebre entre el buey y el asno. En efecto, el santo construyó entonces en la ermita una especie de cueva, fue el primer pesebre navideño, y los campesinos de los alrededores asistieron a la misa de media noche, en la que Francisco actuó corno diácono y predicó sobre el misterio de la Natividad.
En septiembre de 1224, luego de 40 días de ayuno, Francisco estaba rezando en el monte Alverna cuando sintió un dolor mezclado con placer, y las marcas de la crucifixión de Cristo, es decir los estigmas, aparecieron en su cuerpo. Fue el regalo que Dios imprime en su cuerpo porque quería asemejarse a Jesús.
Francisco fue llevado de regreso a Asís. Allí pasó sus últimos años, con muchos dolores físicos y una ceguera casi total. Ahí, en medio de los más agudos sufrimientos físicos, escribió el "Cántico del hermano Sol" y lo adaptó a una tonada popular para que sus hermanos pudiesen cantarlo. Pese a ello su amor a Dios no disminuyó. En 1226 se agrava, y muere el 3 de octubre a las 19:00 horas, a la edad de 44 años, en la Porciúncula.
El 16 de julio de 1228 - ¡apenas dos años después de su muerte! - fue canonizado y declarado Santo por el Papa Gregorio IX, y en 1980 el Papa Juan Pablo II lo proclamó Patrón de los Ecologistas.
Llegó a ser conocido como el Pobre de Asís por su matrimonio con la Pobreza, su amor por los pajarillos y toda la naturaleza. Todo ello refleja un alma en la que Dios lo era todo sin división, un alma que se nutría de las verdades de la fe católica y que se había entregado enteramente, no sólo a Cristo, sino a Cristo crucificado
Francisco de Asís, místico italiano y predicador, y fundador de los franciscanos, nació en Asís en el año 1182, en el seno de una acaudalada familia. Sus padres fueron Pietro Bernardone, un comerciante de telas y Madonna Pica, una mujer muy creyente. La gente lo llamaba "Francesco" (el francés), por más que en el bautismo recibió el nombre de Juan. Durante su juventud llevó una vida bastante mundana y no tuvo una gran formación intelectual. Era muy dado a las románticas tradiciones caballerescas que propagaban los trovadores. Disponía de dinero en abundancia y lo gastaba con ostentación. Le interesaba divertirse en cosas vanas y acostumbraba a ser muy generoso con los pobres que le pedían por amor de Dios.
En 1202, tras una batalla entre Asís y Perugia, Francisco cae prisionero durante un año, luego de participar en la batalla de Collestrada. En 1203 es liberado de su cautiverio y regresa a Asís. Sin embargo, en 1204 sufre una larga enfermedad. En 1205 parte para la Pulla, enrolado en el ejército. En Espoleto sueña que dará otro rumbo a su vida, y comienza la fase inicial de su conversión. Esa noche vio en sueños un espléndido palacio con salas colmadas de armas, sobre las cuales se hallaba grabado el signo de la cruz y le pareció oír una voz que le decía que esas armas le pertenecían a él y a sus soldados.
Empieza a ejercer la caridad entre los leprosos y a trabajar en la restauración de ruinas de iglesias, en respuesta a una visión en la que el crucifijo de la iglesia en ruinas de San Damián, en Asís, le ordenó que reparara su casa. El santo, viendo que la iglesia se hallaba en muy mal estado, creyó que el Señor quería que la reparase; así pues, partió inmediatamente, tomó una buena cantidad de vestidos de la tienda de su padre y los vendió junto con su caballo. Su cambio de carácter y sus gastos en obras de caridad, enojaron muchísimo a su padre, quien lo desheredó en forma legal. En 1206, ante el Tribunal del Obispo de Asís, renunció a los bienes paternos y a la familia.
Para reparar la iglesia, fue a pedir limosna en Asís, donde todos le habían conocido rico y, naturalmente, tuvo que soportar las burlas y el desprecio. El mismo se encargó de transportar las piedras que hacían falta para reparar la iglesia y ayudó en el trabajo a los albañiles. Una vez terminadas las reparaciones en la iglesia de San Damián, Francisco emprendió un trabajo semejante en la antigua iglesia de San Pedro.
Después, se trasladó a una capillita llamada Porciúncula, que pertenecía a la abadía benedictina de Monte Subasio. Probablemente el nombre de la capillita era porque estaba construida en una reducida parcela de tierra.
En 1208, durante una misa en la Porciúncula, escucha el evangelio del envío de los discípulos en misión, ahí descubre su vocación. Escucha un llamado diciéndole que saliera al mundo, siguiendo el texto de Mateo 10, 5-14: "no poseyera nada pero hiciera el bien en todas partes". Cuando se topaba con alguien en el camino, lo saludaba con estas palabras: "La paz del Señor sea contigo."
Poco después empiezan a unírsele sus antiguos amigos y compañeros. Reunió a 12 discípulos que se convertirían en los hermanos originales de su orden, más tarde llamada la Primera Orden, con Francisco como Superior. Empezó a predicar la penitencia, provocando la renovación de la espiritualidad cristiana del siglo XIII. En 1209, Francisco redactó una Regla breve e informal que consistía principalmente en los consejos evangélicos para alcanzar la perfección.
Con ella se fueron a Roma a presentarla para aprobación del Sumo Pontífice. Viajaron a pie, cantando y rezando, llenos de felicidad, y viviendo de las limosnas que la gente les daba. En Roma no querían aprobar esta comunidad porque les parecía demasiado rígida en cuanto a pobreza, pero al fin un cardenal dijo: "No les podemos prohibir que vivan como lo mandó Cristo en el evangelio". Recibieron la aprobación del Papa Inocencio III, y se volvieron a Asís a vivir en pobreza, en oración, en santa alegría y gran fraternidad, junto a la iglesia de la Porciúncula. Para el 2009 esa Regla cumplirá 800 años de existencia, año de festejo y alegría para todos los franciscanos.
En 1212 recibe a una joven llamada Clara, en la comunidad franciscana. A través de ella se establece la orden de las damas pobres, las Clarisas, más tarde la Segunda Orden Franciscana.
Viajó a Tierra Santa, donde permaneció hasta el 1220. Quería ser martirizado, sin embargo, a su regreso encontró oposición entre los frailes y renunció como superior, dedicando los años siguientes a planear lo que sería la Tercera Orden Franciscana, los Terciarios.
San Francisco dio a su orden el nombre de "Frailes Menores" por humildad, pues quería que sus hermanos fuesen los siervos de todos y buscasen siempre los sitios más humildes. Con frecuencia exhortaba a sus compañeros al trabajo manual y, si bien les permitía pedir limosna, les tenía prohibido que aceptasen dinero. Pedir limosna no constituía para él una vergüenza, ya que era una manera de imitar la pobreza de Cristo. El santo no permitía que sus hermanos predicasen en una diócesis sin permiso expreso del obispo. Entre otras cosas, dispuso que "si alguno de los frailes se apartaba de la fe católica en obras o palabras y no se corregía, debería ser expulsado de la hermandad". Todas las ciudades querían tener el privilegio de albergar a los nuevos frailes, y las comunidades se multiplicaron en Umbría, Toscana, Lombardia y Ancona.
Se cuenta que en 1216, Francisco solicitó del Papa Honorio III la indulgencia de la Porciúncula o "perdón de Asís", a todos los que el 2 de agosto visitaran la capillita, participaran de la Misa, rezaran el Credo y se confesaran recibirían el perdón de sus faltas.
San Francisco pasó la Navidad de 1223 en Grechio, en el valle de Rieti. Quiso representar el nacimiento de Jesús en Belén, para presenciar, por decirlo así, con los ojos del cuerpo la humildad de la Encarnación y verlo recostado en el pesebre entre el buey y el asno. En efecto, el santo construyó entonces en la ermita una especie de cueva, fue el primer pesebre navideño, y los campesinos de los alrededores asistieron a la misa de media noche, en la que Francisco actuó corno diácono y predicó sobre el misterio de la Natividad.
En septiembre de 1224, luego de 40 días de ayuno, Francisco estaba rezando en el monte Alverna cuando sintió un dolor mezclado con placer, y las marcas de la crucifixión de Cristo, es decir los estigmas, aparecieron en su cuerpo. Fue el regalo que Dios imprime en su cuerpo porque quería asemejarse a Jesús.
Francisco fue llevado de regreso a Asís. Allí pasó sus últimos años, con muchos dolores físicos y una ceguera casi total. Ahí, en medio de los más agudos sufrimientos físicos, escribió el "Cántico del hermano Sol" y lo adaptó a una tonada popular para que sus hermanos pudiesen cantarlo. Pese a ello su amor a Dios no disminuyó. En 1226 se agrava, y muere el 3 de octubre a las 19:00 horas, a la edad de 44 años, en la Porciúncula.
El 16 de julio de 1228 - ¡apenas dos años después de su muerte! - fue canonizado y declarado Santo por el Papa Gregorio IX, y en 1980 el Papa Juan Pablo II lo proclamó Patrón de los Ecologistas.
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