La gracia de los orígenes
800 años de la Fundación de la Orden Franciscana
(1.209– 2.009)
800 años de la Fundación de la Orden Franciscana
(1.209– 2.009)
A LA ESCUCHA DEL EVANGELIO
El Personal de la Unidad Educativa San Francisco se reunió el sábado de abril para rezar, compartir y reflexionar sobre los 800 años de la Vida Franciscana. Asistieron un total de 80 personas. Dió comienzo con un esnayo de cantos para la Santa Misa a cargo del Sr. Marcos Molina. Luego el personal ingresó a Parroquia La Purísima para celebrar la Santa Misa quien la presidió Fr. Alfredo Olivera, representante legal del Colegio.
En el momento de la ofrendas, todos fueron invitados a ofrecer a Dios en un sobre su colaboración y sus intenciones personales y familiares. Los sobres fueron colocados en una canasta.
A continuación tres momentos de reflexión. La primera expositora fue la Profesora María Inés Chachagua que explicó sobre el contexto sicial-cultural- político y religioso del siglo XII y XIII, luego habló Fr. Dante Ríos sobre el surgimiento de san Francisco de Asís hasta que es aprobada la Regla Franciscana en 1209 por el Papa Honorio III, finalmente Fr. Alfredo Olivera explicó sobre la continuación de la obra de san Francisco por los Hermanos Franciscanos a través de la Orden Franciscana, y compartió el documento del Ministro General José Rodríguez Carballo sobre los festejos de los 800 años.
Este es el subsidio que se entregó al Personal en la Jornada que se realizó.
Subsidio para el Personal. Unidad Educativa San Francisco de Asís
S A N F R A N C I S C O D E A S I S
El siglo XII es un siglo de catedrales románicas, de cruzadas, de luchas entre el papado y el Emperador. En el siglo de los Templarios de los caballeros de San Juan de Malta, de Federico Barbarroja y de Ricardo Corazón de León. Es un siglo de trovadores y juglares. Y también un siglo de hambres, pestes, guerras y terrores.
Ahí nace Francisco de Asís, en 1182, en una ciudad recostada en la ladera de un monte con calles empedradas donde se puede ver la gran llanura. Su padre Pedro Bernardone, hombre de negocios, poderoso comerciante de telas (como lo es hoy del petróleo o la política) viajaba con frecuencia a Francia, y su madre Doña Pica, francesa, ama de casa, que venía de una familia de la nobleza.
Francisco fue bautizado en la Iglesia de San Rufino y le pusieron por nombre Juan. Su padre al llegar de Francia le cambia el nombre por Francisco (el francesito). Se cree que tuvo un hermano llamado Ángel, pero nada se sabe de él.
S A N F R A N C I S C O D E A S I S
El siglo XII es un siglo de catedrales románicas, de cruzadas, de luchas entre el papado y el Emperador. En el siglo de los Templarios de los caballeros de San Juan de Malta, de Federico Barbarroja y de Ricardo Corazón de León. Es un siglo de trovadores y juglares. Y también un siglo de hambres, pestes, guerras y terrores.
Ahí nace Francisco de Asís, en 1182, en una ciudad recostada en la ladera de un monte con calles empedradas donde se puede ver la gran llanura. Su padre Pedro Bernardone, hombre de negocios, poderoso comerciante de telas (como lo es hoy del petróleo o la política) viajaba con frecuencia a Francia, y su madre Doña Pica, francesa, ama de casa, que venía de una familia de la nobleza.
Francisco fue bautizado en la Iglesia de San Rufino y le pusieron por nombre Juan. Su padre al llegar de Francia le cambia el nombre por Francisco (el francesito). Se cree que tuvo un hermano llamado Ángel, pero nada se sabe de él.
Francisco crece entre un padre que lo veía comerciante y permanentemente lo corrige mientras su madre le enseñaba canciones en francés y lo apaña mucho, crece en un ambiente donde se hablaba de castillos, de damas y caballeros.
Siendo joven le gustaba ir a las fiestas, salió rebelde y líder dentro de su grupo. Pero en otros momentos le gustaba soñar.
Asís tenía 225 casas y unos 2000 habitantes. En 1198 se elige Papa a Inocencio III, el podestá de Asís era Conrado de Suabia delegado por el Emperador Federico I, quien decide abandonar al emperador para pasarse al Papado. Los habitantes de Asís hartos de unos y otros, se declaran independientes, destruyen la ciudadela y expulsan de la ciudad a los nobles, éstos se refugian en otra ciudad llamada Perusa, y desde allí planeaban regresar a Asís. Asís se prepara para la guerra, Francisco tiene 20 años y decide ir, su sueño era ir a la guerra y luego volver victorioso para ser armado caballero (status con el cual se lograba ser más rápido un noble que como comerciante).
Las cosas salieron mal, Asís pierde la guerra con Perusa y Francisco es llevado a prisión por el espacio de 11 meses. Al ser liberado vuelve enfermo y tuvo que guardar cama muchos meses más. Todo ese tiempo sin hacer nada le ayudó a pensar. Pero no duró mucho pues en cuanto se sintió sano volvió a las fiestas nocturnas.
También vuelve a sus tareas en el negocio de su padre. Cuando una mañana ingresa al lugar un mendigo pidiendo limosna por amor de Dios. Francisco lo echa del negocio, aunque al hacerlo piensa “soy un cerdo!!! Si me hubiera pedido por el amor de una chica o en nombre de un conde o un duque, seguro que no me hubiera atrevido a negárselo. Pero me lo ha pedido en nombre de Dios y yo…”. Rápidamente se dirigió al mendigo y los ayudó con unas monedas, de ahí se prometió jamás negar algo si se lo pedían por el amor de Dios.
A los 23 años se alista en las tropas de Gentile para luchar en el sur a favor del Emperador y luego volver como un príncipe. Esa noche al dormir en Espoleto a Francisco le sucede algo, piensa en que se siente aburrido, hastiado, sin ilusión, vacío, no debe gastar más el tiempo. Y esa noche sueña, se ve en medio de un gran salón lleno de armaduras y armas, y una voz que le dice: “Francisco, ¿a quién vas a seguir al señor o al siervo?”. Francisco toma este sueño como un gran presagio, no quiere seguir al siervo Gentile, pero quién es el Señor, decide volver nuevamente a Asís.
Volver a Asís significa ser un cobarde, un fracasado, un loco, su padre seguro lo ahorcará, la gente comentará en la calle, iba a ser humillante. Su padre lo obliga a trabajar duramente en el negocio: “si no querés ser caballero a laburar, aquí no quiero vagos”. Francisco no sabe lo que quiere, entonces deja de ver a sus amigos y se retira a lugares solitarios, hace silencio, ayuda mucho la naturaleza, y allí pensaba. Como varios peregrinos decide ir a Roma, era más barato que ir a Tierra Santa o a Santiago de Compostela, y allí realiza algo nuevo, viendo a un mendigo en la Plaza de san Pedro le cambia la ropa, se viste con esos harapos y comienza a pedir limosna.
Junto con Bernardo se presentan a la Iglesia de San Nicolás para pedir a Dios su voluntad, por tres veces abren la Biblia y en todas decía lo mismo: “Vete, vende todo lo que tienes, dáselo a los pobres, luego, sígueme” (Mateo 19,21), “no lleven nada para el camino, ni bastón, ni alforja, ni zapatos, ni dinero…” (Lucas 10,4). Francisco termina diciendo: ESTO ES LO QUE QUIERO, ESTO ES LO QUE BUSCO, ESTO ES LO QUE DESEO VIVIR.
Con el tiempo y como un goteo fueron llegando otros más: Pedro Olivi, Gil, Silvestre, Felipe, llegando a ser un grupo de 8. Cuando llegaron a 12 se les recomendó que fueran a Roma para pedir la aprobación de esta forma de vida al Papa, comienzan a redactar una Regla de Vida con textos del Evangelio. Lleva tiempo, el primer escrito (protoregla) desaparece, luego se escribe un segundo texto (1º Regla no Bulada) que no fue aceptado pues era muy extenso, termina redactando un tercero (2º Regla Bulada) y esa es llevada al Papa Inocencio III. Era mayo de 1209.
Siendo joven le gustaba ir a las fiestas, salió rebelde y líder dentro de su grupo. Pero en otros momentos le gustaba soñar.
Asís tenía 225 casas y unos 2000 habitantes. En 1198 se elige Papa a Inocencio III, el podestá de Asís era Conrado de Suabia delegado por el Emperador Federico I, quien decide abandonar al emperador para pasarse al Papado. Los habitantes de Asís hartos de unos y otros, se declaran independientes, destruyen la ciudadela y expulsan de la ciudad a los nobles, éstos se refugian en otra ciudad llamada Perusa, y desde allí planeaban regresar a Asís. Asís se prepara para la guerra, Francisco tiene 20 años y decide ir, su sueño era ir a la guerra y luego volver victorioso para ser armado caballero (status con el cual se lograba ser más rápido un noble que como comerciante).
Las cosas salieron mal, Asís pierde la guerra con Perusa y Francisco es llevado a prisión por el espacio de 11 meses. Al ser liberado vuelve enfermo y tuvo que guardar cama muchos meses más. Todo ese tiempo sin hacer nada le ayudó a pensar. Pero no duró mucho pues en cuanto se sintió sano volvió a las fiestas nocturnas.
También vuelve a sus tareas en el negocio de su padre. Cuando una mañana ingresa al lugar un mendigo pidiendo limosna por amor de Dios. Francisco lo echa del negocio, aunque al hacerlo piensa “soy un cerdo!!! Si me hubiera pedido por el amor de una chica o en nombre de un conde o un duque, seguro que no me hubiera atrevido a negárselo. Pero me lo ha pedido en nombre de Dios y yo…”. Rápidamente se dirigió al mendigo y los ayudó con unas monedas, de ahí se prometió jamás negar algo si se lo pedían por el amor de Dios.
A los 23 años se alista en las tropas de Gentile para luchar en el sur a favor del Emperador y luego volver como un príncipe. Esa noche al dormir en Espoleto a Francisco le sucede algo, piensa en que se siente aburrido, hastiado, sin ilusión, vacío, no debe gastar más el tiempo. Y esa noche sueña, se ve en medio de un gran salón lleno de armaduras y armas, y una voz que le dice: “Francisco, ¿a quién vas a seguir al señor o al siervo?”. Francisco toma este sueño como un gran presagio, no quiere seguir al siervo Gentile, pero quién es el Señor, decide volver nuevamente a Asís.
Volver a Asís significa ser un cobarde, un fracasado, un loco, su padre seguro lo ahorcará, la gente comentará en la calle, iba a ser humillante. Su padre lo obliga a trabajar duramente en el negocio: “si no querés ser caballero a laburar, aquí no quiero vagos”. Francisco no sabe lo que quiere, entonces deja de ver a sus amigos y se retira a lugares solitarios, hace silencio, ayuda mucho la naturaleza, y allí pensaba. Como varios peregrinos decide ir a Roma, era más barato que ir a Tierra Santa o a Santiago de Compostela, y allí realiza algo nuevo, viendo a un mendigo en la Plaza de san Pedro le cambia la ropa, se viste con esos harapos y comienza a pedir limosna.
Regresa a Asís y sus amigos lo invitan a fiestas, hasta que le preguntan si estaba enamorado, Francisco contesta que sí, estaba enamorado y que pronto se casaría con la mejor mujer del mundo, la más bella de todas.
Pasan los días y Francisco comienza a encontrar la riqueza en medio de los pobres y la limpieza entre los impuros. Mientras caminaba por un campo se encuentra con un leproso, le daba asco y miedo, pues los consideraba unos monstruos, y nuevamente luego de reflexionar se acerca para abrazarlo y darle un beso. Fue un gran día, tanto, que lo escribirá en su Testamento.
Entre sus caminos por lugares solitarios encuentra una Capillita destruida, san Damián, le gustaba ir allí para tratar de rezar y comprender con calma lo que le estaba pasando.
Tanto pensó que desde la cruz Cristo le dijo: “Francisco, ve y repara mi Iglesia, que como ves, amenaza ruina”
Tomando al pie de la letra lo escuchado en la Capilla se dirige al negocio de su padre y regala las telas, su padre al enterarse ya no lo quiere ahorcar sino matar, por eso se refugia en una cueva casi un mes. Debe enfrentar a su padre y al hacerlo le entrega a su padre todo lo que poseía, de ahora en más su único padre iba a ser Dios. Lo hace delante del obispo y de varios vecinos entregando su ropa y quedando totalmente desnudo.
Mas tarde, Francisco se puso ropa de mendigo y se pintó una cruz en el pecho, se hizo caballero, pero caballero pobre de Cristo. Corría el año 1207, ya tenía 25 años.
Un día llega al Monasterio benedictino de Gubbio fue recibido como un mendigo y hacía las tareas de criado. Pudo haberse ido a otro lugar pero Francisco siempre regresaba a su tierra donde todo el mundo lo criticaba y se burlaba acusándolo de loco por lo que había hecho.
Pero algunos amigos, compañeros de andanzas, comenzaron a acercarse a Francisco para cuestionarlo y comprenderlo, luego de 2 años se acerca Bernardo de Quintavalle. Llega de una guerra e invita a Francisco a que le cuente cómo estaba y a sacarse las dudas de lo que se decía de él. Pero esa noche luego de la cena, Francisco se puso a orar y eso impactó mucho a Bernardo, al otro día Bernardo deja sus bienes y sigue a Dios dela misma manera que Francisco.
Pasan los días y Francisco comienza a encontrar la riqueza en medio de los pobres y la limpieza entre los impuros. Mientras caminaba por un campo se encuentra con un leproso, le daba asco y miedo, pues los consideraba unos monstruos, y nuevamente luego de reflexionar se acerca para abrazarlo y darle un beso. Fue un gran día, tanto, que lo escribirá en su Testamento.
Entre sus caminos por lugares solitarios encuentra una Capillita destruida, san Damián, le gustaba ir allí para tratar de rezar y comprender con calma lo que le estaba pasando.
Tanto pensó que desde la cruz Cristo le dijo: “Francisco, ve y repara mi Iglesia, que como ves, amenaza ruina”
Tomando al pie de la letra lo escuchado en la Capilla se dirige al negocio de su padre y regala las telas, su padre al enterarse ya no lo quiere ahorcar sino matar, por eso se refugia en una cueva casi un mes. Debe enfrentar a su padre y al hacerlo le entrega a su padre todo lo que poseía, de ahora en más su único padre iba a ser Dios. Lo hace delante del obispo y de varios vecinos entregando su ropa y quedando totalmente desnudo.
Mas tarde, Francisco se puso ropa de mendigo y se pintó una cruz en el pecho, se hizo caballero, pero caballero pobre de Cristo. Corría el año 1207, ya tenía 25 años.
Un día llega al Monasterio benedictino de Gubbio fue recibido como un mendigo y hacía las tareas de criado. Pudo haberse ido a otro lugar pero Francisco siempre regresaba a su tierra donde todo el mundo lo criticaba y se burlaba acusándolo de loco por lo que había hecho.
Pero algunos amigos, compañeros de andanzas, comenzaron a acercarse a Francisco para cuestionarlo y comprenderlo, luego de 2 años se acerca Bernardo de Quintavalle. Llega de una guerra e invita a Francisco a que le cuente cómo estaba y a sacarse las dudas de lo que se decía de él. Pero esa noche luego de la cena, Francisco se puso a orar y eso impactó mucho a Bernardo, al otro día Bernardo deja sus bienes y sigue a Dios dela misma manera que Francisco.
Junto con Bernardo se presentan a la Iglesia de San Nicolás para pedir a Dios su voluntad, por tres veces abren la Biblia y en todas decía lo mismo: “Vete, vende todo lo que tienes, dáselo a los pobres, luego, sígueme” (Mateo 19,21), “no lleven nada para el camino, ni bastón, ni alforja, ni zapatos, ni dinero…” (Lucas 10,4). Francisco termina diciendo: ESTO ES LO QUE QUIERO, ESTO ES LO QUE BUSCO, ESTO ES LO QUE DESEO VIVIR.
Con el tiempo y como un goteo fueron llegando otros más: Pedro Olivi, Gil, Silvestre, Felipe, llegando a ser un grupo de 8. Cuando llegaron a 12 se les recomendó que fueran a Roma para pedir la aprobación de esta forma de vida al Papa, comienzan a redactar una Regla de Vida con textos del Evangelio. Lleva tiempo, el primer escrito (protoregla) desaparece, luego se escribe un segundo texto (1º Regla no Bulada) que no fue aceptado pues era muy extenso, termina redactando un tercero (2º Regla Bulada) y esa es llevada al Papa Inocencio III. Era mayo de 1209.
1 comentario:
Que linda salieron las fotos hermano!!! Y la jornada ese día fue esplendida, la verdad es que la aproveche en un 100%. Paz y Bien
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